Catedral de Guadalajara

La primera catedral fue construida en 1541 en lo que hoy es el templo de santa María de Gracia. Para alzar esta iglesia se utilizaron originalmente adobe y techos de paja.

El 18 de mayo de 1555 se obtuvo autorización por cédula real para edificar la iglesia catedral, cuyo costo sería cubierto por la Real Hacienda, los encomenderos y comunidad indígena (disposición que no se cumplió del todo); así que para el 31 de julio de 1561, fray Pedro de Ayala, a la sazón el segundo obispo de Nueva Galicia, colocó y bendijo la primera piedra de este bello templo. A la ceremonia de colocación asistieron los cabildos eclesiástico y civil, la Real Audiencia y los nobles de la ciudad. Hasta el 30 de mayo de 1574 todo había transcurrido con normalidad, sin embargo, mientras se celebraba una misa, unos vecinos lanzaron cohetones al aire en el corral contiguo y desafortunadamente algunos cayeron en la iglesia, que se incendió y quedó semiderruida.

Por cédula real se obtuvo el dinero para la nueva catedral. La obra avanzó muy despacio, pues escaseaban los fondos. Hacia febrero de 1618, el maestro arquitecto Martín Casillas había llevado los trabajos a su término. Así, en abril del mismo año se trasladaba el Santísimo Sacramento, de la antigua iglesia, a la nueva.
En el año de 1818, un fuerte terremoto sacudió la ciudad, cuyas secuelas dejaron una nueva tragedia: las torres y la cúpula se habían derrumbado. Fueron sustituidas por unas nuevas, que también colapsarían durante un posterior sismo, en el año de 1849. Las nuevas torres fueron construidas por el ingeniero arquitecto Manuel Gómez Ibarra, costaron 33 521 pesos, más 7166 pesos en honorarios para el arquitecto.1 Se demoró tres años en terminarlas, hacia 1854.

El papa Pío XII la elevó a rango de basílica menor, dedicada a la Asunción de María Santísima.

Dirección:
Av Alcalde 10, Zona Centro, 44100 Guadalajara, Jal.

Horario
Lunes a Domingo de 7:30 a 19:30

Leyendas

La historia de sus túneles
Una de las historias de mayor misterio que han girado en torno a la catedral, son sus túneles secretos, que fueron utilizados durante la época de la revolución cristera como escondites y salidas de escape. Los túneles conectan a la catedral con otros edificios históricos, del centro entre ellos el instituto cultural cabañas. Se dice que fueron construidos en el siglo XVIII Y XIX para diferentes usos. El uso principal que se le dio a estos caminos subterráneos fue para ser refugio, escondite, y medio de transporte durante las épocas de guerra
2.- Mantiene criptas desde el siglo XVI: En la parte subterránea de la catedral se encuentran las criptas con los restos de todos los obispos mexicanos, incluyendo el último que fue el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

La niña de la catedral
Según cuentan las personas mayores de Guadalajara, hace muchos años vivía una niña de nombre Inocencia, quien deseaba fervientemente hacer su primera comunión, de la misma manera que lo habían hecho otras compañeras de su colegio.

Fue corriendo a hablar con su padre, con el propósito de comunicarle sus deseos. Sin embargo, éste calificó esos pensamientos como “ridículos” y además le dio una tunda, advirtiéndole que la próxima vez que le saliera con esas tonterías, le iría mucho peor.

La pobre niña se fue llorando a la habitación y tumbada sobre la cama trataba de entender el motivo por el cual su progenitor había reaccionado de esa manera. Lo malo era que la pobre inocencia vivía sola con aquel hombre, pues su madre había fallecido tiempo atrás.
Un día de camino a su casa, notó que en la iglesia había varios niños quienes estaban cantando. La chiquilla se paró afuera del inmueble y apuntó todo lo que decían. De ese modo, sin darse cuenta, comenzó a aprender el catecismo. Al poco tiempo, una de las religiosas se percató de lo que hacía Inocencia y la invitó a pasar al templo. Transcurrió el tiempo y por fin llegó la fecha en la que los niños recibirían la eucaristía.

Esa mañana, la niña estaba vestida de blanco, gracias a que su amiga la monja le había entregado ese atuendo. Al término de la ceremonia, inocencia no cabía de la emoción, ya que por vez primera había comulgado. Se dirigió rápidamente a su casa, con la esperanza de que su padre la perdonara. Buscó al hombre por todas las habitaciones sin hallarlo, hasta que entró a la cocina. Ahí lo vio sentado en una silla, se acercó a él y le platicó lo acontecido.

Su padre le lanzó una mirada de odio y de uno de los cajones sacó un cuchillo y sin miramientos lo clavó en el pecho de inocencia. El grito de dolor lanzado por la niña fue tan fuerte que los vecinos corrieron en su auxilio. Sin embargo, el hombre logró escapar y la niña murió a los pocos minutos. Se dice que todavía el espíritu de ella aparece de vez en cuando en la Catedral de Guadalajara.

La catedral resguarda los restos de Santa Inocencia, donde los fieles visitan con gran amor.