Hospicio Cabañas

HISTORIA

1796 – El Obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo (1752 – 1824) llegó a la capital de la Nueva Galicia, con la idea de edificar un albergue para niños huérfanos, ancianos y desamparados.


1805 – El Obispo otorgó el diseño arquitectónico al entonces famoso escultor y arquitecto de Valencia, Manuel Tolsá, quien aceptó pero otorgó la ejecución a su alumno José Gutiérrez, que estuvo en la obra desde 1805 hasta 1810.
1810 – Abre sus puertas “La Casa de Caridad y Misericordia”, como fue nombrada en un principio, pocos meses después estalla la Guerra de Independencia y este hermoso edificio se convierte en cuartel militar.
1829 – Reanuda sus labores humanitarias, pero no definitivamente, pues fue tomada en varias ocasiones, a pesar de los conflictos políticos, se tiene registro de los años 1834, 1846, 1852 y 1858. Ya se le llama Hospicio Cabañas en honor a su fundador.
1857 – El edificio pasa a ser propiedad de la nación. A pesar de los conflictos de la Guerra de Reforma, la institución inició una larga “época de oro” que perduró hasta 1874, gracias a la administración de las Hermanas de la Caridad que consolidaron el proyecto del ya entonces llamado “Hospicio Cabañas” y continuaron con las labores de asistencia.
1874 – Las Hermanas de la Caridad son expulsadas del país. Con la aplicación de la Ley de desamortización de los bienes de la iglesia, la administración del Hospicio pasó a manos del gobierno.
1875 – EL sismo que azotó a Guadalajara dañó el edificio.
1910 – Inicia la Revolución Mexicana y el edificio es ocupado nuevamente por tropas y caballería.
1912 – Conforme se fue reorganizando la política nacional después de la Revolución, se intentó mejorar la infraestructura y se incrementó la oferta educativa.
1937 – A instancias del gobierno del estado se invita a José Clemente Orozco a pintar el interior de la capilla, lo que ahora es considerada por los críticos la obra maestra del muralista jalisciense.
1945 – Se concluye la cúpula y se cambia el nombre en honor de su fundador fallecido en 1824.
1980 – El Hospicio Cabañas, cambia de vocación y es intervenido para convertirlo en un espacio dedicado a las artes, los niños fueron trasladados a nuevas instalaciones del Hogar Cabañas.
1983 – En el centenario del natalicio de José Clemente Orozco, abre sus puertas con el nombre de Instituto Cultural Cabañas, restaurado y dedicado a la promoción y difusión de la cultura.
1997 – Por su belleza arquitectónica, e importancia histórica y cultural, recibe el nombramiento de Patrimonio Cultural de la Humanidad que otorga la UNESCO.

Leyendas

El reloj de la muerte

Uno de los primeros relojes instalados en la ciudad de Guadalajara fue el de la fachada del hospicio cabañas. Este reloj al principio fue una novedad y causó admiración entre los habitantes de la ciudad.

El reloj de la muerte del Hospicio cabañas, es una de las leyendas más populares de Guadalajara que en su momento fue una historia de terror para los habitantes en aquella época a mediados del siglo XX, cuando la ciudad se encontraba en pleno crecimiento urbano. El Obispo Cabañas acostumbraba salir a pasear de noche, con el fin de recoger niños desamparados. Un día se encontró a un monje que le dijo: ”Eres una buena persona, siempre oras y además, acabas de construir una casa para la gente más pobre, quiero decirte que esa casa va a ser destruida y habrá guerra y destrucción”. Cuando terminó de decir eso, Cabañas se dio cuenta de que hablaba con el diablo. El diablo le dijo que sólo había una forma de salvar la casa de la Misericordia y era arrodillándose frente a él, a lo que el obispo se negó y el diablo le amenazó: “Te vas a arrepentir” y desapareció.
Se dice que se cumplió la profecía. Con la llegada de la Independencia el Hospicio fue convertido en cuartel, cárcel y caballeriza. No lo destruyeron pero tuvo otros usos durante 18 años. Cabañas murió en 1824 y nunca lo vio trabajando como hubiera querido.
Según la leyenda, el reloj instalado en el cabañas fue de los primeros en la ciudad, que se mantenía funcionando hasta que de repente se detenía y luego volvía a funcionar sin la intervención de un operador. Un día se dieron cuenta de que cuando el reloj se detenía, un niño moría. Las monjas vieron ese fenómeno varias veces y consideraron que anunciaba la muerte de alguien dentro del Hospicio.

El reloj fue bautizado como el Reloj de la muerte y fue tanto el miedo que causó que en 1952 terminaran por quitarlo y destruirlo.

Dirección:
Cabañas #8 , Colonia: Las Fresas

Horario
Martes a Domingo: 10:00 – 18:00
Lunes: cierre del museo